Segovia (III), qué ver en Pedraza en una mañana.
Esta villa medieval merece una visita, os contamos que ver en Pedraza.
El hotel era tan cómodo, que como no teníamos ninguna prisa, nos levantamos tarde, a eso de las diez. Desayunamos unos bollos comprados en la pastelería del pueblo, y partimos hacia nuestra siguiente parada de la ruta de dos días por la provincia de Segovia, Pedraza. En 25 minutos estábamos ya dejando el coche en el aparcamiento habilitado cerca del castillo (hay una señal a la entrada de la villa señalizando el aparcamiento a 300m). Aquí tenéis las coordenadas GPS (sacadas de google maps):
41.131142, -3.813383.
Pedraza esta situada a 37 km de Segovia capital, y está declarada Conjunto Monumental. En esta villa medieval amurallada se encuentran censadas menos de 500 personas. Y es conocida además de por la gastronomía típica de la zona (sus asados), por la “Noche de las velas”. El primer y el segundo sábado de cada mes de julio, se apaga la iluminación de las calles y se cierran ventanas, con el fin de que la localidad quede iluminada únicamente por las velas que durante varias horas se colocan por todo el pueblo.
Decidimos dar el paseo por el pueblo primero y comer después. Lo primero que vimos fue el castillo, construido en el siglo XII y reedificado en el XV. En 1926 fue comprado por el pintor Ignacio Zuluaga, cuyos herederos han habilitado una de las torres para exposición de obras del artista.
Cuenta la leyenda que en este castillo, que en los primeros años del siglo VIII, cuando quien lo habitaba era Sancho de Ridaura, señor de Pedraza, tuvo lugar una historia trágica. (Me encantan las leyendas castellanas bigsmile ).
La historia comienza cuando Sancho de Ridaura,se queda prendado de una hermosa joven plebeya de Pedraza, Elvira. Y aprovechando su poder como señor feudal, se casa con ella. Ella, no pudiendo rechazar las nupcias con Sancho, entierra su amor (el cual le era correspondido) hacia un joven plebeyo como ella. Éste, con el corazón roto, decide refugiarse en la oración y se retira a un monasterio. Tiempo después, el capellán del castillo muere, y el abad envía a su mejor monje a sustituirlo. Quien resulta ser el antiguo amor de Elvira. Durante un tiempo los antiguos amantes se rehuyen, hasta que un día, Sancho tiene que partir a defender Castilla de la invasión de los almohades. En su ausencia los antiguos amantes no pueden reprimir su amor y esto desencadena en Sancho al enterarse, su furia. Su venganza fue colocarle al monje una corona de hierro con las púas enrojecidas al fuego, muriendo en el acto. Elvira, no lo soportó y huyó a sus aposentos, loca de dolor, se atravesó el corazón con una daga. Se dice desde entonces, que algunas noches, se pueden ver dos figuras rodeadas por un halo de fuego vagando por el castillo.
Las visitas al Castillo son guiadas, y tienen una duración de 30 minutos, (patio Entre Muros, patio de armas y Torre Norte). El precio de la entrada es de 6€.
Verano: de 11:00 a 14:00-17.00 a 20:00
Invierno: de 16:00 a 18:00.
El museo de Ignacio Zuluaga también se realiza mediante visitas guiadas, sólo los primeros viernes de cada mes, previa reserva, en el numero 921 50 98 25. Su precio es de 12€.
Nosotros no entramos ya que aparentemente estaba cerrado aunque según el horario debería de haber estado abierto. Está estupendamente conservado por fuera, su torre del homenaje es imponente.
Para continuar la visita, bajamos por la calle de la calzada (la calle de la izquierda si te sitúas de espaldas al castillo). Nada mas empezar la calle a vuestra derecha, está situada la Iglesia de Santa María.
La villa tiene un encanto especial, las casas están restauradas, muy cuidadas. Hay varias tiendas de artesanía a lo largo del pueblo.
Continuamos bajando y casi al final de la calle, a la derecha nos encontramos con la Iglesia de Santo Domingo, y al fondo vemos la Puerta de la Villa, que es su único acceso, data del siglo XI y fue remodelada en el XVI.
Antiguamente la puerta se cerraba al caer la noche, como forma de proteger a los habitantes. El encargado era el carcelero, ya que la cárcel estaba situada en la torre al lado de la puerta. Las visitas a la cárcel son guiadas, los Sábados, domingos y festivos en horario, de 11:30 a 14:00 y de 15:30 a 19:30. La visita cuesta 3€.
Si cruzáis la puerta podréis ver desde el mirador, el acueducto de Pedraza.
Volviendo a entrar, si vamos por la calle de las Cuestas, (la calle de la izquierda) llegamos a el Pozo de las Hontanillas, este pozo de 15 metros de altura recogía agua para el abastecimiento de la villa durante la Edad Media, y ahora ha sido habilitado como centro de Interpretación. La entrada cuesta 1€ y hay que solicitar la entrada en la Oficina de turismo o en el teléfono 92 150 86 66.
Subiendo de nuevo por la calle de la izquierda, llegamos a la Iglesia de San Juan, detrás de la cual se encuentra la Plaza Mayor o plaza del ganado.
Fue creada en el siglo XVI, es una de las plazas medievales mas bonitas y mejor conservadas. Nosotros llegamos sin saberlo, el último día de las fiestas en honor a la Virgen de Carrascal que son del 7 al 12 de septiembre, así que nos encontramos con una plaza llena de gradas que habían montado para las fiestas y los operarios trabajando para quitarlas.
De camino al aparcamiento, de nuevo a la izquierda, pudimos ver la ermita de San Pedro.
Eran las 2:30 y después de 2 horas dando un paseo, decidimos comer nuestros bocadillos antes de ir a la siguiente y última parada del itinerario, Pueblos de Madrid, Buitrago de Lozoya.
Pedraza nos gustó mucho, en especial su plaza. Alrededor de ella, hay muchos restaurantes en los que podréis degustar los platos típicos, la sopa castellana y el asado. En este escapada nosotros no pudimos hacerlo, porque íbamos con el presupuesto justo, pero no dudo de que en que cuanto podamos, haremos de nuevo una escapada a la comarca de Pedraza, que seguro hay un montón de pueblos con menos fama, pero con mucha historia.
Podréis encontrar mas información en la página web del Ayuntamiento de Pedraza.
