Visitar Malta en 8 días, la perla del Mediterráneo.

Visitar Malta en 8 días. Os mostramos nuestra ruta en la isla mediterránea.

Si os estáis planteando ir de viaje a Malta, estáis en el sitio correcto bigsmile . Hace un tiempo escribí un post con todos los consejos prácticos que hay que tener en cuenta para preparar unas vacaciones en Malta. Y en esta entrada os contaré la ruta que hicimos durante los seis días completos que estuvimos en la isla. He de decir, que antes de ir, tuvimos dudas sobre cuántos días serían necesarios para visitar Malta. Y al final decidimos estar seis días. De esa manera, nos daría tiempo a ver todo lo que queríamos sin prisas. wink

Nota: El día de llegada, aunque no llegamos tarde, lo dedicamos únicamente a llegar al apartamento (que tardamos muchísimo debido al tráfico), hacer la compra e instalarnos. El último día tampoco vimos nada, más que terminar de hacer la maleta, y empezar el viaje de vuelta a Madrid.

Visitar Malta supone conocer un montón de sitios diferentes. Un paisaje urbano muy característico, ruinas prehistóricas, playas preciosas, ciudades silenciosas…

Día 1: Mosta Rotunda – Victoria Lines – Golden Bay y Ghajn Tuffieha Bay – Popeye Village – Melieha – Vuelta al apartamento, y paseo hasta el Aquario Nacional. 

La primera visita que haríamos en Malta, sería en la localidad de Mosta. Para ver una de las iglesias más conocidas de la isla. Mosta Rotunda, además de tener la cuarta cúpula más grande de Europa, es famosa por el “milagro” que aquí ocurrió.

Y es que en abril de 1942, una bomba cayó atravesando la cúpula. 300 personas estaban en el interior y ninguna resultó herida, ya que la bomba no explotó.

Después nos vamos en busca de las Victoria Lines. Una muralla defensiva que levantaron los británicos, a finales del siglo XIX. Y que cruzaba la isla de lado a lado.

Aunque fuimos en invierno, teníamos que ir a ver dos de las playas más famosas y bonitas de Malta. Golden Bay y Ghajn Tuffieha Bay.

Están muy cerca la una de la otra, pero Golden Bay, está al lado de un gran hotel, y tiene un restaurante en la playa. Mientras que Ghajn Tuffieha es más salvaje.

La próxima parada, es Popeye Village, aunque no entramos, sí que lo vimos desde lejos, y la verdad es que es una vista curiosa. Este sitio es el plató cinematográfico donde se rodó la película “Popeye” del año 1980.

Para terminar, paseamos por Melieha. Donde está la playa más larga de Malta, Melieha Bay.

Para acabar el día, nos fuimos a Buggiba. Ahí teníamos el apartamento y decidimos dar un paseo hasta el Acuario Nacional y ver el atardecer por el camino.

Día 2: Puerto de Cirkewwa – Ferry a Gozo – Qala – Xewkija – Templos de Ggantija – Molino Ta’ Kola – Ramla Bay – Salinas de Qbajjar – Citadel – Victoria – Ta’ Pinu – Dwejra Bay -Ferry de vuelta a Malta.

El segundo fue el día más largo y con más visitas. Y es que para nosotros este día empezó madrugando muchísimo para ir a coger el ferry que nos llevaría a Gozo.

Pasamos primero por Qala, el pueblo más oriental de Gozo. Después (como a Danny le gustan las iglesias) nos vamos a Xewkija, a ver la Iglesia Redonda de Gozo. Pero uno de los platos fuertes de Gozo, son los Templos de Ggantija. Dos templos más antiguos que Stonehenge (fueron levantados en el Neolítico). surprised

Además de las edificaciones, hay un interesante museo donde te explican cómo era la vida. También hay expuestos utensilios encontrados y restos varios. Como el cráneo en tan buen estado que veis en la foto. Muy cerquita está el molino de Ta’ Kola.

La playa más bonita de Gozo es Ramla Bay. Es preciosa. Agua cristalina, arena fina casi naranja… Si hubiera tenido más tiempo, me hubiera quedado toda la mañana disfrutando de este bonito rincón.

Muy cerca de Marsalforn están las salinas de Qbajjar. Esta zona empezó a usarse para extraer la sal en la época romana, y aún hoy sigue en funcionamiento. El proceso es el mismo y el uso de la sal es comercial. A lo largo de 3 km de costa, podréis ver este curioso paisaje.

Otra parada imprescindible en Gozo, es la Ciudadela. Situada en lo alto de la capital, Victoria.

Subid a lo alto de la muralla, desde ahí la vista de los alrededores vale la pena. Vista la antigua capital, bajamos a comer y dar una vuelta por Victoria.

La penúltima parada es la iglesia de Ta’ Pinu, y después nos vamos hacia Dwejra Bay. Para contemplar el punto más famoso y turístico de Gozo, y de Malta. En esta zona, podréis Fungus Rock, un islote de 60 metros de altura en la Laguna de Dwejra. El Inland Sea (Mar Interior) comunicada con el mar, a través de una cueva de 60 metros de alto.

Si vais en verano, podréis bañaros en el Blue Hole. Tiene una profundidad de 26 metros y es un enclave perfecto para el buceo. A su derecha, estaba la Azure Window. La fuerza del viento y la erosión del agua, había moldeado está enorme ventana durante siglos. Y el paisaje de la costa era una estampa digna de ver. Pero la erosión es un fenómeno imparable, y por desgracia, durante un temporal en marzo de 2017, el arco colapsó. Nosotros tuvimos la suerte de verlo apenas un mes antes de su caída.

Después de ver el atardecer en la Azure Window, nos despedimos de este interesante paisaje, y nos dirigimos al puerto, para tomar el ferry que nos llevaría de vuelta a la isla de Malta.

Si queréis conocer más en detalle la visita que le dedicamos ese día a la isla de Gozo, lo podéis hacer aquí: “Qué ver en Gozo en un día – Cómo llegar y consejos“. wink

Día 3: Mdina – Rabat – Qormi – Manoel Island.

El tercer día lo empezamos en Mdina, la conocida como Ciudad Silenciosa, tiene apenas 300 habitantes. De calles estrechas y aire medieval, aunque fuera reconstruida en estilo barroco después del terremoto de 1693. Es una zona pequeña, pero que recomiendo conocer. wink

Al otro lado de las murallas está Rabat, aquí comimos los mejores patizzi que encontramos en Malta (en un pequeño local, llamado Crystal Palace). bigsmile
Una de las visitas obligadas de Rabat son las Catacumbas de San Pablo y Santa Ágata. Nosotros vimos las de San Pablo, y la verdad es que nos sorprendió. surprised

Después de comer, nos dirigimos a Qormi. Una localidad que según la guía era un “antiguo barrio de panaderos“. Hoy en día es una localidad normal, pero que no está de más conocer, ya que pasear por sus calles, donde no hay ningún turista, te da una visión general de lo que es la vida del día a día de los malteses. A las 7 de la tarde de un día entre semana, vimos a mucha gente (la mayoría de ellos, mayores) ir a misa como si de un domingo se tratara. Una vida tranquila a un ritmo distinto.

La última visita del día fue la Monoel Island. La mayor atracción de esta isla es el puerto, donde hay amarrados toda clase de barcos. Desde pequeñas embarcaciones, a grandísimos yates. De todas formas, vale la pena ir hasta el extremo, para ver el “skyline” de Valetta.

Día 4. La Valleta

El cuarto día lo dedicamos entero a la capital. Valeta es una ciudad pequeña, que se puede hacer andando, ya que la distancia máxima de lado a lado es de 1 kilómetro. Sin embargo, hay mucho que ver.

La mayor atracción es la St. Jonh’s Co-Cathedral. Tiene un interior impresionante. Pero lo más llamativo, es el óleo (el único firmado por el autor) de Caravaggio, La decapitación de Juan Bautista, de 1608. 

Si algo caracteriza a la capital de Malta, son sus fortificaciones. Era un enclave estratégico en medio del Mediterráneo y había que defenderlo.

Día 5: Acantilados de Dingli – Cart Ruts – Blue Grotto – Marsaxlokk – St. Julians

Empezamos el día en un paisaje natural que nos encanta, los acantilados. Los más famosos de Malta son los de Dingli.

Después vemos las Cart Ruts. Unos surcos en el suelo rocoso (sin ningún orden aparente), que traen de cabeza a arqueólogos de todo el mundo. Ya que su utilidad no esta para nada clara. Se cree que pueden ser una especie de vías por las que pasaban los carros, pero no está nada claro. Malta no es el único sitio donde existen estos misteriosos canales, también los hay en Libia, Francia, Sicilia…

Si queréis saber más sobre este “misterio”, en este artículo dan mucha más información. wink

Volvemos a la costa, esta vez para ver la Blue Grotto. Desde arriba es espectacular, así que imagino que desde abajo será mejor. Podéis hacer una pequeña excursión en barca, en la que os llevarán por debajo de esta y de otras cuevas de la zona.

Era domingo, así que era el día perfecto para ir a Marsaxlokk, un pueblo pesquero famoso por su pescado ¡Cómo no!. Y por el mercadillo que hay todos los domingos. Podréis comprar desde dulces tradicionales, a ropa, fruta, pescado, complementos… Aprovechamos para comer aquí y probar uno de los platos típicos de la comida maltesa, el pulpo a la maltesa.

Para acabar el día, recorrimos el paseo Marítimo de St. Julians (zona de fiesta por excelencia en Malta) hasta Sliema, ya que las dos localidades están pegadas. Un bonito paseo de más de 4 kilómetros (entre ida y vuelta) donde pudimos disfrutar de la puesta de sol y como se iba haciendo de noche.

Día 6: Templos de Tarxien – Marsaskala – Tres Ciudades

Los Templos prehistóricos de Tarxien, datan del año 2800 a.c (más o menos). Dicen que no son tan impresionantes como los de Hagar Qim (esos no los vimos) pero aún así son Patromonio de la Humanidad de la Unesco.

Muy cerca está una de las visitas más importantes de Malta, el Hipogeo de Hal Seflieni (construcciones funerarias subterráneas), pero en la época en la que fuimos, estaban en plenos trabajos de conservación y no pudimos verlo, así que nos quedamos con las ganas. uneasy Aunque ahora que lo pienso, cualquier excusa sería buena para visitar Malta otra vez ¿Verdad? wink

Decidimos ir entonces a Marsaskala, una localidad de la costa. Pasemos por la playa, y comemos en un restaurante italiano del puerto, que estaba riquísimo. Después de comer nos dirigimos a las Tres Ciudades.

Situadas enfrente de Valeta, desde las Tres Ciudades se puede disfrutar del paisaje fortificado de la capital En esta se establecieron primero los Caballeros Hospitalarios, antes de hacerlo en Valeta.

Empezamos por la más exterior (Copiscua), donde los caballeros construyeron el primer astillero.

Después nos vamos a Birgu, se respira tranquilidad en sus estrechas calles. Aquí se puede ver el Palacio del Inquisidor.

Desde  Senglea (el mirador se llama Senglea Point), podemos ver el Grand Harbour en todo su esplendor.

Este fue nuestro último paseo por Malta. Y como habéis visto, aunque no sea un país muy grande, nosotros le dedicamos seis días y nos parece que no nos sobró mucho tiempo. También hay que tener en cuenta que viajamos en invierno, por lo que las horas de luz eran muchas menos que en verano o primavera.

Así que si tenéis unos días de vacaciones durante el invierno, y no sabéis dónde ir, tened en cuenta que podéis visitar Malta. No disfrutaréis tanto de las playas, pero tiene muchas cosas que ver. Aquí os dejo la entrada que le dediqué a este punto: Malta en invierno – Por qué visitar la isla en época invernal. bigsmile